domingo, 25 de marzo de 2012

¡ILTLTI!

Para llevar a cabo nuestro fenaquisticopio lo primero que hice fue imprimir la plantilla en un papel con alto gramaje para que fuese demasiado frágil. Posteriormente busque un mango que nos ayudase a manipularlo, yo encontré una cuchara de mezclar cocteles que no uso, así que decidí reciclarla (Además de apoyar al reciclaje resulta muy cómoda). En la parte superior le pegue el cabezal de una chincheta para que traspasase el papel y al otro lado tape la parte punzante de la chincheta por un tirador de mueble desechado, que le da un toque gracioso y además nos ayuda a manipularlo muy fácilmente.


¡Nuestro Fenaquisticopio Tipográfico!

Ahora que ya dominamos una de las técnicas pasaremos a otra un poco más completa. Inspirándonos de nuevo en la tipografía "Queso" desarrollaremos una transición de una a varias letras.

Para este caso yo he elegido la siguiente transición: En la primera mitad de nuestro fenaquisticopio la letra parte como I para pasar a L y de L a T, para en la segunda mitad hacer el camino inverso, es decir de T a L y de L a I. Aquí en la plantilla creada digitalmente se ve más claro. Aunque también es verdad que a la hora de usarlo el orden tampoco es muy importante, digamos que no tiene inicio ni final.


Como se puede ver esta vez no elegí el color negro como fondo ya que me parecía demasiado agresivo en una aplicación tan grande.

En la siguiente entrada explicaré como lo realice.

¡TL!

Una vez realizadas todas las decisiones estéticas y compositivas, pasamos a materializar nuestro diseño. Para ello necesitamos un soporte duro dónde pegaremos nuestro diseño por ambos lados, teniendo en cuenta como girará el Taumatropo.

Yo decidí utilizar un cartón de triple capa ondulado, para posteriormente aprovechar sus huecos interiores y pasar una cuerda de color negro de un lado a otro. Esta cuerda nos servirá para hacerlo funcionar.


Creando un Taumatropo tipográfico

Partiendo de esta tipografía inspirada en el queso:


Vamos a crear nuestro propio taumatropo, para ello debemos elegir dos letras con las que queramos realizar la transición. Se pueden escoger transiciones sencillas como la O a la Q o complicadas como de O a X.

Yo he decidido seleccionar la T y L. No es de las más fáciles y tampoco de las más complicadas. He tenido en cuenta que la legibilidad de la tipografía no es la mejor del mundo, de ahí que no sea de mucha complicación.

Veamos las plantillas:


He elegido un formato hexagonal para darle más originalidad al trabajo y un fondo negro para que las letras amarillas no se perdiesen en un fondo blanco.

En la siguiente entrada mostrare como lo creamos definitivamente.

¡Por orden!

Comienza por un taumatropo, sigue con el disco giratorio y puedes acabar con un flipbook. Siempre con un motivo tipográfico.

Acabado musical

¡Puedes hacerlo!

Ejemplo de librín que emula el movimiento con imágenes fijas.